es mi bizzio
supermercado - lloraría - él llega - ella llega - horrible - quería - beso - papeles - piernas abiertas - lo más triste - gusta - ¿te molesta? - no quería - en el aire
el secreto (shhh)80 multicanal / 82 telecentro / 84 cablevisión
martes, jueves y sábados : 5 - 11 - 17 - 23 hs
domingos 1 - 7 - 13 - 19 hs
[Fue justo hace un año cuando entré al solarium del Viejo Hotel Ostende donde, junto a la pileta, iban a servirnos el almuerzo de tarta y ensalada. Tenía puesta una bikini negra, una minifalda de jean y las seis esclavas que, según la tradición familiar, había recibido por cada aniversario. Estaba demasiado flaca y a Sergio Bizzio no lo conocía en realidad. Ni bien me vio, lo primero que dijo fue: vos te estás por separar. Inmediatamente lo detesté.
Él estaba ahí con su mujer y su hijo; sinceramente, no los envidié. A la noche, atrás de unas aceitunas carnosas me dijo: vení. No me gusta recibir órdenes. Esa misma noche me contó que estaba escribiendo una novela sobre un hombre que se vuelve a enamorar de su mujer y dejé de odiarlo.
Un tiempo después, en una fiesta con chicas bien vestidas y bowls con hielo y cerezas, me dijo algo horrible: me gusta mucho lo que escribís, pero creo que más me gustás vos. Me puse muy triste. Hablamos del matrimonio, me dijo que se había vuelto a separar y desparramaba certezas ninguna de las cuales para mí era cierta. Después de esa noche le escribí una carta bastante larga, una especie de historia honesta de mis lecturas y nunca se la mandé.
Cuando nos juntamos en los jardines del Museo Fernández Blanco era de noche y hacía calor. Una chica con nombre de marquesinas me vistió como para el video de "When the Deal Goes Down", y un chico llamado Min -al que era imposible no decirle Ho Chi- me hizo una torzada en el pelo y me perseguía con una brocha empolvada. (Después supe que a Min lo echaron por robar un libro en otra grabación.) El brie se derritió bajo los focos de luz y el vodka no alcanzó para apagar nada. Bizzio ya había escrito la novela de la que me había hablado el diciembre pasado, la novela que tendría que haber ganado el premio Planeta. Yo la había leído unos días antes del encuentro y me había hecho llorar. ¿Cuál, cuál fue el momento en el que se rompió todo? Yo, como él predijo, me había separado. Un tiempo antes, como un presagio, había perdido las esclavas de los aniversarios. Sergio me preguntó cómo estaba.]