corazón de latón*
Esta fortaleza de Violeta Castillo se construye con afecto y concepto. Su música está hecha de pensamiento y sentimiento. ¿Cuánta intensidad somos capaces de atajar?Sus canciones me ofrecen respuestas, como cuando estaba muy triste y escribí un poema que empieza: "Mi dormitorio es el lugar donde paso la mayor parte de mi tiempo, ¿saben? Cuando estoy en la calle miro los autos, me acuerdo cómo estaban las cosas adentro de la casa".
Esa canción es la respuesta a mi pena. Y también es una pregunta, que queda latiendo.
Tuve que acudir a la ética demostrada según el orden geométrico para entender que la desesperación es una tristeza nacida de la idea de una cosa futura o pretérita acerca de la cual ha desaparecido toda causa de duda.
Los corazones no son un bien práctico hasta que no los fabriquen irrompibles.
Pero el hombre de hojalata igual quiere uno.
El Mago no le da nada que él ya no tenga.
Sólo que el hombre de lata sólo nota que late cuando su corazón se rompe.
El METAL MAN de Breeders que te derrite el cerebro a 200 grados de sol zarpado. Las cuerditas tensas de su latón dan eso, mediodía jaguar y seco, una emoción inevitable ahogada en gotitas o viento zonda, el que te pone loca, la goma de la bici ajada, las articulaciones oxidadas y astilladas y al final un tambor que sale al mar y flota.
paisajes emocionales*

FortalezaMás allá está el desierto. Su fuerza es la suma de todas las debilidades.En el arte y la ciencia se ve una atrevida renuncia al éxito, a lo especulativo, a la seguridad fiscal del pan. No se contempla con altivez a los que todavía están afuera.
La fortaleza protege corazones y cerebros, recibe y da protección, promueve una vida rica y sustanciosa.
El miedo primitivo quedó enterrado, también el miedo a lo inmediato y la vergüenza, sentimientos que son reemplazados en una nueva estructura por un anhelo vehemente de la subconciencia, que está más viva que nunca.
El nuevo mundo, recién descubierto, no está localizado aún en el planeta. Ni tiene forma. Es una extensión caprichosa de tierra poblada de imágenes. Sobre ese mapa fundamental se trazan las rutas a emprender siguiendo ríos y vientos. Es un mundo simplísimo en los hechos y las cosas, aunque en el mecanismo y procedimiento, muy complicado. Como cuando se ve un campo desde lejos y es bloque verde, se lo ve de cerca y son miles de pastos y bichos.
No hay paisaje
Es un terreno fértil donde las notas van plantando movimiento a la superficie plana. Es una llanura baldía que se va codificando a medida que avanza y configura un destino, como en el viaje, emocional y filosófico, en la extensión de cada paso ganado. La tierra empieza a dar señales.Y de repente suenan dos guitarras y estamos viendo el paisaje por la ventanilla del tren que avanza. No hay paisaje hasta que ahí aparece algo.
*variaciones sobre EME
Fortaleza es una virtud
Por cada cuarto de taza de azúcar agregar una cucharada de agua fría.
Utilizar una cazuela baja y llegar a la ebullición lentamente.
Pero atención: el secreto de esta receta es echarle un chorrito de jugo de limón. Algo ácido.
Están los sugus y están los mentoliptus. Está la salsa china que es del color del jarabe y del chicle. Y el gusto que dejan en el huequito de la encía los dientes de leche cuando se caen.
Como en la batalla el movimiento: cuando todo está en su mejor momento, viene un agudo y rompe el equilibrio. Como la vida, dulce, ácida, ¡cómo me gusta, que
linda!
el cri cri de la cadena en la madera*
La puerta del almacén estaba abierta. Adentro había luz, y todo estaba como siempre: a la izquierda el mostrador, con la carne, los frascos de caramelos y el tabaco. Atrás del mostrador, los estantes con los comestibles. En la parte derecha del almacén se amontonaban los aperos de labranza; al fondo, a la izquierda, estaba la puerta que conducía a la escalera. La puerta estaba abierta. Y más a la derecha, también al fondo del almacén, había otra puertita, que también estaba abierta.**
Aunque cante en inglés, yo lo escucho en castellano, porque como en la mejor poesía que es amor que encuentra su ritmo (dijo Juan L) acá escuchamos lo que queremos.
Por más que suene un eco de
Lili Marlene yo lo escucho en un porche del Estados Unidos sureño un atardecer caluroso y seco, que es casi lo mismo que un atardecer entre ríos, en Juanele, -en todos esos lados hay un sauce que llora- y se me vienen los rompecorazones más instantáneos, Faulkner, Kathy Ann Porter, Carson Mc Cullers.
El corazón es un cazador solitario, sí, pero cuando encuentra su presa sale música, algo realmente abstracto, como cuando alguien piensa en alimentar un proyecto en base a sentimientos, tan inestables como los pasos de un bebé, tan inestables como el amor.
**carson mccullers, la balada del café triste
estoy escribiendo algo nuevo para leer hoy en el cumple de los gatitos

que encontraron la manera de ser felices juntos