es el apagón del calor
no hay ideas sólo el contorno
de una sintaxis que fluye
como la sirena de un camión rojo.
el aullido se pierde en el fondo
de la vereda, los restos
de una conversación entre dos
señoras.
el día siguiente
quiere ser amigable, con
sus frutas de estación
al mango y al rato
estamos dando saltitos
en punta, sobre las brasas
esforzándonos
mojados por la competencia
habiendo creído entrar
al lugar clandestino
de la felicidad, jugando
deportes de playa
derretidos y el sol:
una metáfora que transforma
el calor en áspero.