un poema de james fenimore cooper
desde que te conocí
me siento débil como un junco
de noche, el histeriqueo
de los gatos me despierta
lo más bajo. me visto linda
aunque no me veas, dios
o un pájaro pueden contarte.
¿te pensás que me importa
que digan que sos mala
espina? a mi corazón lo picó
una tuna. cómo lo hiciste
no te importó lastimarme, dejar
todo abierto, las palabras,
la música sonando
a vos. me pregunto cómo
podés escuchar esas voces
tan dulces mientras matás
tipitos en la play station,
seguís siendo un misterio y yo
una tonta porque después
del poema no voy a saber más
de vos.