Newton y el tema de los cuerpos en caída
estábamos tan lindas y tan tristes el sábado que casi nos quedamos garrapiñadas en el sofá, pero fuimos. en la fiesta nos gustaban todos, hasta que se acercaban y hablaban, entonces se iba la magia: ¿vos sos la famosa poeta?, me tiró el chiquito. y el alto, el que me gustaba a mí, tenía un bebé de tres meses en la panza de la chica que me daba los codazos, claro. pero en cambio, el que le gustaba a ella porque parecía extranjero, cuando dije que iba al baño para dejarlos solos, fue conmigo a hacer la cola del baño y ahí me contó de los fuegos silenciosos del cabo. los amigos del que tenía un corte en el pelo no lo dejaban tranquilo para chamuyarme. cuando los eché me dijo un juego, darnos todo menos besos y la verdad estaba bueno y me dio pena los ojitos cuando le dije me voy, pero no daba. los pájaros de la fisura ya sonaban y las chicas éramos un mapache. en casa estaba japón, el gato que se ríe y explota, y un mail que decía cosas, como quiero decir: ella, la que tenía dos hijos con nombres lindos, tenía también creo que se llaman estrías, y decía que se las tenía que operar y qué se yo, y a vos no te las vi. capaz que hay otras cosas de vos que no las sé. mis amigas tienen hijos, maridos con los que duermen todas las noches, ojeras, relojes, preocupaciones, horarios para esto y lo otro, recomendaciones de pediatras. tengo un amigo que dice que en diez años nos casamos, una amiga que vive en méxico y que se me aparecía todo el tiempo en la fiesta porque la extraño tanto. me dormí pasadas las siete con un mantra: aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada. y el domingo no pasó casi nada.