Un puente sobre aguas turbulentas
Llegan la oscuridad y las canciones tristes. A alguien fuera de este mundo se le ocurrió una imagen a la que aún no había recurrido para perturbarme: mi hijo, adolescente, sufriendo por amor. Nadie se salva; su momento llegará, de brillar, de sufrir y todo eso.
Los ojos se llenan de humo. Siento todas esas fuerzas en mi mente. Por la calle camino mascullando el Ave María en loop que me pegan unos fanáticos en una esquina. Podría leer la Biblia buscando algo, pero la Biblia no nos menciona, ni una sola vez. Hoy un desconocido me sacudió el cinismo. Quisiera acceder a la Naturaleza, sentir amor de verdad, que me sea correspondido y que crucemos el puente de la mano, no importa lo que haya debajo.