Es increible como la gente de clase media o media alta sigue abrazada aciertas marcas, por problemas de falta de autoestima o de pérdida de identidad. Los marketineros con cráneo la saben bien como viene la mano. En vez de comprar zapatillas de lona de 30 mangos, se compran las John Foos que se hacen en Vietnam con la misma lógica del Bajo Flores. Lo mismo pasa con las adolescentes (y no tanto) que compran ropa a precios exhorbitantes en Paleromo Hollywood o Soho o Scheisse o como se llama, donde los dueños hacen diferenias del 500 o el 600 %. Toda cultura de la muerte. Agarren una revista onda Rolling Stone y vean artículos supuestamente progres con publicidad de estos traficantes de sangre, sudor y lágrimas, voto a don Winston (si WC, más apropiado que nunca).