Si no terminamos juntos
La última vez que tocaron el timbre de mi casa a las 3 de la mañana, me pareció excesivo, me molesté (mi madre dormía) y culpé a la droga. Fue mi hermana, recién adolescente, la que me sacudió e hizo que me vistiera. Eran cuatro, pasaban en un taxi y me subieron con ellos. Tardé en entender que mi amigo se había muerto. Junto a su padre, hablamos con el gerente de la casa velatoria sobre la forma de presentar el cuerpo --en realidad habló el padre. El cajón estuvo sólo un rato abierto: el azul de los golpes de la caída se veía a pesar del maquillaje; después no vi más. Pasé lo que quedaba de la noche en una silla forrada en cuerina abrazando mis propios brazos y sin llorar, y a la mañana conocí el cementerio y los edificios de nichos, los entierros en general y los entierros de los humildes en particular. Para la procesión habían venido algunos escritores con anteojos negros y cara de
desagrado que habrían tenido igual si se hubiera tratado de un ágape;
también había
músicos y
amigos que no se van. Pero yo había estado más cerca de él en los últimos días que cualquiera de ellos. Para meterlo, sacaron otro cajón viejo. La tumba no tenía placa. Ese día, cuando volví a mi casa, me sentía rodeada de un aura extraña. Sentía la ropa contaminada, me la saqué por completo y --me acuerdo-- tuve sexo, pero no me acuerdo con quién. No sé si ya poseía las armas de la teoría para asociar sexo y muerte, pero sospecho que tenía al menos rudimentos. Después, durante meses no pude besar a nadie.
Anoche, cerca de las 4, sonó el timbre. Esta vez, la madre que dormía era yo y fui la única a quien despertaron porque estaba sola en la casa. Venía de navegar las horas de la vigilia de pesadillas previas al sueño; había mojado la almohada y había tenido furia y miedo. Cuando el timbre sonó ya estaba profundamente dormida y aunque la primera impresión fue el terror, decidí que esta vez no atendería. No estoy dispuesta a escuchar malas noticias. Además, lo más probable es que fueran unos chicos molestando en el barrio la noche del jueves al viernes.