buen día, ya es domingo, hay diarios. por suerte no es feriado como el lunes pasado, un día blanco, qué se podía hacer: bloggear --usuario anónimo, estás ahí? lindo post, no estoy para nada de acuerdo, usuario, ponete un nombre. el mundo está lleno de muerte del abuelo, nostalgia por los noventa --cuando salíamos de lunes a lunes pero no como ahora, con culpa--, reflexiones sobre el arte y la vida, sobre ser artista, o la nada, hacer cine o poemas. como cristina, nadie minimiza el móvil sexual de todo esto. hace un tiempo un chico me dijo que todo, todo era para eso, y yo no estuve tan segura. uno puede quedar agotado de tanta intensidad, las ganas de vernos las caras o de mostrarlas, intentos de hacer ruido, de romper todo, de conmover. ayer, such a perfect day, caminatas por la avenida de las chicas lindas, los parques cercados del corazón de palermo en la vereda de enfrente, la luz opaca. una despedida amable, promisoria, una buena peli, también. la vida está llena de canciones tristes. nadie hubiera dicho que terminaría bailando sobre la voz de robbie williams (longing) en el inving del hermano del revolucionario ese que sale en la remera de los nenes de palermo. no había fotos por ningún lado, pero los libros eran los mismos que en la biblioteca de mis padres, primeras ediciones de puig en sudamericana, tapas opacas de losada, obras completas de los teóricos del comunismo en encuadernaciones duras impresas en la urss. me salgo del género, no me considero borracha pero es tarde. moví la cadera enfundada en una camisa a cuadros talle 6 anudada en las costillas y una mini baja, pero más que dolly parton o daisy duke parecía una puta de saloon. no por eso hice nada, más que enloquecer con una nena de dieciocho que después, esperando un trago de melón en la barra, cuando un pibe nos preguntó si éramos hermanas, ella dijo, nene, ahora todas las morochas boconas somos hermanas, y se rió mientras me miraba. no tenía la autoestima baja, ya por la calle un cuidacoches me había tirado chau, nati oreiro. la comparación, claro, es más de lo que puedo aspirar, aunque me han dicho cosas mejores: jane birkin un desayuno de domingo, anna karina cruzando la vía de lacroze, naomi watts por libertador, natasha kinsky en la cama. por el momento, por qué no, les creo. una vez un jefe malo me comparó con la actriz de montaña rusa y me fui de la empresa con plata suficiente como para comprarse dos autos. no quiero tener auto me digo mientras leo la filosofía del dinero. cosas que me preocupan: las amigas que se aburguesan, los pibes atrapados en sus vidas a los que les estalla la bragueta. cosas que no me dan pena: las parejas que no pueden tener bebés, el accidente de lapa --te acordás, martín--, las catástrofes naturales en general, la gente a la que atropellan, la gente que matan por la inseguridad. tarea para el hogar: buscar argumentos. cosas que me dan pena: los nenes pálidos, las chicas que lloran por la calle, los chicos ahogados en angustia, y otras que no nombro porque tienen componente social y son de imaginar. secreto inconfesable: comprendo a los pederastas. recibo mensajes torcidos, chanfleados, y me paso el día pensando qué querrán decir. primero esto, al rato aquello. me despierto sin hambre y después: la voracidad. el domingo recién empieza y primero hay que tratar de soñar.